No estamos muy acostumbrados a ser colonia, más bien a ser colonizadores, colonialistas e imperialistas. Pero es el resultado de nuestra subordinación «voluntaria» al Imperio USA. Y es que con la guerra de Ucrania todo el mundo pierde pero algunos también ganan, Europa, con la excepción de Rusia, no está en esta categoría en absoluto: es un perdedor neto.
Rusia quizá parezca estar «perdiendo» la guerra al haber decidido retirarse de todo el norte de Ucrania, manteniendo la ocupación del sur y reforzando la campaña de liberación de las repúblicas rusófonas del Donbass, pero si tenemos en cuenta que ha devastado la infraestructura logística ucraniana, que ya no tiene ni donde almacenar la gasolina, así como su fuerza aérea, esta «derrota» autoinfligida es más bien un show de fuerza: «me retiro porque puedo, si hace falta volveré». En todo caso sí que es cierto que no ha avanzado tan rápido como muchos imaginábamos y esto sí que se puede considerar una derrota parcial, ya que se ha evidenciado que la estrategia de fortalezas urbanas armadas de escudos humanos civiles del Régimen de Maidan ha funcionado en algún grado al menos.

Es una estrategia muy nazi la de Zelensky, todo hay que decirlo: nada de ciudades abiertas, todo en plan Stalingrado o Berlín: resistir hasta el último niño, sobre todo si es potencialmente «enemigo». Pero el Régimen de Maidan no ha ganado nada, excepto si se quiere la batalla Goebbelsiana de la mentira propagandística… y ni eso, porque casi nadie se cree ya nada de lo que escupen los medios de propaganda de la OTAN. Aunque sea difícil contrastar y debatir con hechos, aún es posible y la mentira al final tiene las patas cortas. Tampoco podemos decir que Kiev ha perdido en términos absolutos aún pero desde luego ha perdido muchísimo: básicamente están luchando con armas de mano, sofisticadas en algunos casos pero realmente no tienen ya fuerzas pesadas, ni logística… ni casi país que defender ya.
Al perder Ucrania, uno pensaría que EE.UU. está también perdiendo, pero no es tan simple: está desde luego perdiendo la batalla propagandística de las mentiras, porque muchísima gente nos damos cuenta de que tanto totalitarismo y tanta censura no son para nada ni democracia ni libertad de expresión o de información. Y para muestra un botón: Julian Assange.
Lo que EE.UU. no está perdiendo es la batalla económica. Aquí habría mucho que decir, porque es muy cierto que la hegemonía financiera global del dólar USD está acabándose a ojos vista: no sólo el rublo ruso ha caído muy de pie, gracias a su control del valor real: recursos muy valiosos como los combustibles fósiles (aún por reemplazar por renovables e hidrógeno, algo que es ya perfectamente posible al 100%, suponiendo voluntad política) o los cereales. Asia casi entera, que incluye a la gran mayoría de la población terrestre, ya se está desvinculando del dólar, siendo el principal beneficiario el renminbi («moneda del pueblo», también llamado yuan) chino, pero también el rublo ruso, que no sólo es medio de pago obligatorio por el gas y petróleo rusos (al menos para Europa, autodeclarada hostil a Moscú), sino que ahora se ha vuelto moneda convertible en oro a precios significativamente mayores que los del mercado global (en consecuencia, cualquier inversor que tenga oro, hace beneficio automático vendiéndolo en rublos, que se ven reforzados por esta demanda, aunque venda los rublos por otra moneda y compre con ella oro en el mercado global, Rusia gana reservas de oro y un rublo más fuerte).
El dólar USD está por lo tanto muy tocado, ya hasta Arabia Saudita vende petróleo por yuanes, lo que es un disparo directo a la línea de flotación del sistema dólar, en gran medida basado en su respaldo por el petróleo de los caciques árabes, pero este efecto es más a largo plazo. A corto plazo EE.UU. está haciendo muchos beneficios, tanto económicos como políticos. Y esto es porque EE.UU. exporta, a un precio mucho mayor, lo mismo que la super-sancionada Rusia: petróleo y gas (de fracking y arenas petroleras mayormente, sólo rentable cuando estas mercancías están sobrevaloradas, por supuesto muy contaminante en origen), cereales (subvencionadísimos y transgénicos) y armas. Al estar Europa cada vez más obligada por nuestro propio lacayismo lamebotas a comprar los carísimos productos estadounidenses, la gran burguesía estadounidense está forrándose con esta crisis.
Y por fin llego a Europa (al oeste de los Cárpatos), perdonadme: había que explicar todo esto primero. Rusia y EE.UU. venden bienes básicos, tienen exportaciones valiosas, que ejerecen de moneda real. Y es que el dinero no tiene otro valor que lo que puedes comprar con él: no es una mercancía, como erróneamente imaginó tanta gente, incluido Marx, sino una cartilla de racionamiento muy injusta y un tanto caótica. Y mientras EE.UU. y Rusia tienen mercancías de primera necesidad para exportar en este mercado distorsionado por la megacrisis (no sólo es Ucrania, viene de antes), que exporta Europa? Máquina herramienta? Coches? Nada que no hagan en otros lugares. Eso implica que el euro está debilitándose, incluso más que el dólar quizá, al tiempo.
No se me interprete mal: Europa tiene una economía relativamente sólida, aunque estaría mucho mejor si algunos costes, notablemente los cargados sobre la fuerza laboral (vivienda, impuestos directos, cargos de la seguridad social que podrían cargarse a los beneficios o a la riqueza en cambio, etc.) que encarecen mucho una mano de obra cada vez menos competitiva a nivel global, fueran mucho menores (en parte esto lo consiguen estados como Alemania mediante la creación de grandes parques de vivienda pública en alquiler, que mantienen los precios de la vivienda asequibles y previenen burbujas inmobiliaras catastróficas). El problema de Europa es político y se llama OTAN: al supeditarse de manera tan absurdamente suicida a los EE.UU., Europa paga costes excesivos e incluso en muchos casos paga por estar cuasi-ocupada por tropas extranjeras que en nada aportan a nuestra seguridad (sino más bien todo lo contrario). Además se niega a sí misma la entidad político-militar que le corresponde como bloque de dimensión absolutamente equiparable a los EE.UU. o China (y mucho más rico y poblado que Rusia).
Si, como hace no mucho llegaron a proponer extremo-centristas para nada de mi cuerda como Macron o Borrell, la UE fuera una confederación político-militar autónoma, algo quizá comparable a la India federal y multiétnica, entonces sería una tercera superpotencia mundial en todos los términos excepto quizá en arsenal nuclear, no necesariamente la tercera en orden, según como se cuente incluso la primera, pero a nivel muy similar al de EE.UU. y China, y bastante mayor que Rusia, India o Brasil. Esto le podría interesar mucho a China (con quien la competencia es muy limitada) pero no le interesa nada en absoluto a EE.UU. y probablemente tampoco a Rusia (aunque una Europa supeditada a Washington tampoco le viene nada bien).
EE.UU. ha heredado en gran medida la política imperial inglesa, que en gran parte consistía en evitar que Europa continental pudiera ser unficada de una u otra manera. Por eso Gran Bretaña luchó contra el Imperio Habsbúrgico (a pesar de ofertas de unión muy tentadoras) primero, contra Francia después, más tarde contra Alemania y finalmente, ya absorbida como vasalla del Imperio USA, contra la URSS y Rusia. Pero simultáneamente también trabajan para que la Unión Europea nunca se convierta en una unión de verdad.
Por eso mismo la guerra de Ucrania les viene muy bien a las élites anglosajonas que la han estado alimentando activamente mediante el terror nazi más horroroso desde hace casi una década: sirve de toque de corneta para que los estados europeos se realineen con Washington, sirve para degradar aún más la situación de sometimiento de nuestro subcontinente y, ya de paso, sirve para hacer negocio. Además sirve para establecer un discurso monolítico, totalitario, en el que a nadie se permite pensar u opinar distinto sin ser acribillado como traidor y pagar caras las consecuencias.
Este discurso totalitario de extremo centro viene también de muy atrás: podríamos enlazar con Thatcher y su «no hay alternativa» o incluso con el McCarthyismo de los años 40 y 50 pero quizá el precursor más inmediato es la mayor mentira jamás contada: los auto-atentados de falsa del 11 de Septiembre de 2001, una de cuyas funciones era precisamente establecer un discurso totalitario y un estado de emergencia de hecho permanente, que en EE.UU. fue la Patriot Act, aquí la Ley Mordaza, etc.
Nótese que no es algo que corresponda a éste o aquél estado sino que son medidas que afectan de manera difusa pero al final sistemática a todo el Imperio OTAN (y es que somos muy aldeanos y muy poco internacionalistas demasiado a menudo, lo que nos suele llevar a que el árbol no nos deja ver el bosque). Y no es porque haya un consenso de las élites, que también, sino porque estamos supeditados a las élites anglosajonas, en especial a las de EE.UU. Como bien explicaba Lenin en 1916 en su excelente trabajo sobre el Imperialismo: los bloques imperialistas se forman jerárquicamente, no hay alianzas de igual a igual en la Mafia o no son estables al menos. Y estar supeditados es aceptar la derrota y aceptar convertirse en colonia de hecho como en el famosísimo caso de la subordinación histórica de Portugal a Gran Bretaña.
Y, digan lo que digan Macron y Borrell, esto va cada vez a peor: cada vez Europa paga (pagamos porque son nuestras vidas las explotadas y a menudo destruidas) más a EE.UU. a cambio de nada, absolutamente nada. Protección? De quién? De Rusia? No hay ningún temor real a este lado del Oder respecto a Rusia: es si acaso un miedo de los bálticos, no de la EU histórica. Protección respecto al terrorismo estadounidense en forma de Red Gladio, que nunca fue desmantelada y apenas expuesta aquí y allá. La OTAN no nos proteje de nadie: sólo de que EE.UU. pudiera vengarse de aquellos que osen desobedecerle. Es lo que en inglés llaman «protection racket», es decir: extorsión mafiosa. Paga, obedece y calla o atente a las consecuencias es el mensaje que nos llega (siempre a nivel de las élites, el populacho no debemos saber estas cosas, al menos no de manera explícita) desde Washington.

Por mucho que lo de Ucrania nos difumine la situación en apariencia, el conflicto imperialista (que siempre tiende a bipolar) está centrado en el Océano Pacífico, con el Índico como extensión principal, el Atlántico cada vez importa menos: a China le pilla a desmano (y por eso se apoya en potencias secundarias como Rusia) y para EE.UU. se ha convertido en un mero patio trasero que guardar y explotar pero menos importante, como solía ser América Latina hasta hace poco (y todavía lo es mayormente).
Esto implica que Europa va a ser, sí o sí, está siendo ya degradada a semicolonia dedicada a servir a la metrópolis norteamericana. Y el efecto de las sanciones a Rusia, que recae sobre todo en la euro-ciudadanía, algo que Biden no tuvo escrúpulo en admitir, mientras nuestra no-representante, la corrupta Von Der Leyen, posaba para las cámaras a su diestra. Ya no es un problema de que Trump era un extremista con un plan nacional-imperialista como avisaba en 2017, es que el esquema general de Trump ha sido adoptado por EE.UU. como superpotencia en general.

Si los y las europeas no despertamos a nivel continental (porque ningún estado europeo por sí solo puede remediar esto), nos van a desmantelar colonialmente de muy mala manera. Probablemente este levantamiento continental sólo será ya posible a nivel revolucionario (eco-socialista y radicalemente democrático) pero tiene que ser continental, no puede ser local a no ser que sea una pieza de algo muchísimo más grande.
Tenemos tres opciones: ser esclavos de Estados Unidos, estar fragmentados en falsos «estados-nación» (muy probablemente también esclavos de Washington) o unirnos sobre las diferencias para construir una Europa eco-socialista independiente y confederal. Las dos primeras opciones (a cuál peor?!) llevan a la degeneración, la miseria y la guerra, así que sólo nos queda la tercera. Es el futuro de tus hijos e hijas el que está en juego, esto sí que es lo que hay.
https://www.ae911truth.org/
You lost all credibility with the auto inflicted 9-11 bullshit complot.
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Do you think you have any credibility altogether with that handle «Putintrash»?
Now go watch the videos of the CONTROLLED DEMOLITION of the Twin Towers. This is the keystone of the US Imperial propaganda fraud, even worse than the Ukronazis turned into «heroes» by the magic of Western media totalitarian monopoly.
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